martes, 7 de diciembre de 2010

DIVORCIO CON HIJOS


          A menudo y de forma general, cuando existe el divorcio en una pareja y hay hijos de por medio, la mayoría de las personas o cónyuges piensan “ya está, se acabó, estoy divorciad@ de tal o cual persona”. Pero se deja de lado a esos pequeños angelitos que el Creador les encomendó. Algo de tristeza tienen que tener ambos ex esposos, pero los que más sienten y sufren la separación son los hijos.
            Algunos hijos expresan esta tristeza de una u otra forma, puede ser exterior o interiormente.
            Por ejemplo, a veces se expresa rebeldía hacia los padres, diciéndoles que no quieren estar con ellos, etc, etc. Otras veces se vuelven tímidos, es decir su tristeza la interiorizan de tal forma que parece que se encierran en su propio mundo (el cual fue creado tras la separación de sus padres).
            De aquí en adelante todo esto se vuelve como en un callejón sin salida. Aún más para los padres porque se dan cuenta de la situación por la que están pasando sus hijos.
            El problema se vuelve aún mayor cuando estos pequeños son todavía bebés. Son los que precisan la presencia y el calor de ambos padres en sus primeros años de vida, para moldear su carácter (si es con la ayuda del Creador, mejor).
            Si los hijos son adolescentes, también precisan la presencia física y cercana de sus padres, porque les viene la edad del “burro” o del “pavo”. Y si ambos padres cogerían el timón, les ayudarían mejor.
            Los hijos sufren mucho cuando surge un divorcio, porque cada padre vive en una casa diferente. Y aunque ellos (los hijos) vivan con la mamá o el papá, aún estando bajo el mismo techo, puede haber una separación o “divorcio” de parte de los hijos también.
            Soluciones en este mundo lleno de confusión (para los cónyuges y para los hijos) no los hay o hay muy escasas, sólo “arreglos cosméticos”. La única solución real, que podemos ver en las familias de otros y que da verdaderamente resultados, es pedir la ayuda de Alguien muy sabio y lleno de amor por mí como padre o madre y también por mis hijos, que es nuestro Creador, que nos ayude en nuestra labor tan importante como es la paterna o materna, a impartirles amor y comprensión a esos hijos que están a nuestro cargo.
            Seguro que conocemos experiencias de personas que han pasado por esta terrible situación y que estuvieron a punto de “perder” a sus hijos. Pero nuestro buen Creador en su inmenso amor y sabiduría los ha librado de muchas cosas desagradables, como vicios, de droga, alcohol, juegos, etc.
            Te animo que pongas tu vida en las manos del Creador para que estés verdaderamente feliz en tu matrimonio y en tu familia.

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