viernes, 10 de diciembre de 2010

SALUD ESPIRITUAL


            La mayoría de las personas conocemos el concepto “Salud Física”, pero se conoce menos el concepto “Salud Espiritual”. Es claro que si nuestro cuerpo, especialmente nuestro cerebro, están sanos, entonces nuestra salud espiritual se verá en buen estado.
            Nuestro Creador, Dios siempre está dispuesto a oír nuestras súplicas, peticiones y también nuestros agradecimientos. Y esto lo haremos de la mejor manera posible cuando estemos bien con nuestra salud espiritual.
            Si dejamos por ejemplo a nuestro cuerpo ayunando (dejando de ingerir alimentos durante un corto período de tiempo), está demostrado por los científicos que nos sentiremos mejor. Es decir, nuestro cerebro se sentirá más relajado y descansado. Y por ende pensaríamos más en el Creador, ocupando este tiempo con lecturas espirituales cristianas, también leyendo experiencias personales de otros.
Podríamos orar (rezar), pasar tiempo con otras personas y compartiendo nuestras vivencias espirituales, y animándoles a hacer suyos algunos de estos consejos. Es hermoso cuando compartes contra otr@ tus experiencias y cuando escuchas las de los demás, porque el enriquecimiento espiritual será mutuo.
            En una pareja o familia este tema es fundamental. Aunque estemos en un mundo lleno de estrés y va cada vez a peor, las cosas con Nuestro Creador siempre van mejor, o dicho de otra manera de mayor calidad.
            Los hijos de pequeños absorbe todo lo que ven y oyen de sus padres. Y aunque cuando tengan la capacidad de decidir, es decir cuando tengan la mayoría de edad, tendrán la libertad de recordar y decidirse si es el caso por lo enseñado y vivido en su niñez: una atmósfera calma, confiada, teniendo esperanza en este mundo sin esperanza, viendo el respeto y el amor que hay en el hogar, de cómo en la familia no se hablaba sólo de dinero, de hipoteca y de deudas, sino también de cosas ennoblecedoras, profundas, que de verdad valen la pena.
            Si algún día los niños se irán de casa, ellos tendrán unos principios fuertes en sus vidas, porque se les enseñaron esto en sus casas. Y aunque tengan problemas o dificultades tendrán la ayuda de Alguien más grande y más fuerte, que ellos habían aprendido que Él los ama y está a su lado en todo momento y circunstancia. Ellos serán conscientes de que si hacen algo malo (caen en algún vicio, por ejemplo), siempre pueden cambiar de rumbo, porque Él los está esperando con los brazos abiertos llenos de perdón, de amor y sin juzgarlos.
            Querido amig@, busca en secreto o en público a tu Creador y Él hará en tu vida grandes transformaciones y maravillas. Y recuerda que Dios hace de personas ordinarias personas extraordinarias.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿QUÉ TIPO DE HUEVOS CONSUMES?


Nuestro organismo o cuerpo humano se compone de sistemas, aparatos, órganos, células, etc. Pero muchas veces sólo pensamos del tórax para abajo y nos dejamos un órgano súper importante que es el cerebro. Es verdad que nuestro generoso cerebro es el que responde a todos los estímulos y órdenes que le demos. Es por eso que según cómo estemos de ánimos y nuestra alimentación, él contestará de una u otra forma.
            Es importante saber lo que metemos dentro de nuestro estómago, porque nuestro hígado hará de laboratorio y mandará a cada órgano lo que le haga falta para que dichas células de este órgano trabajen o no adecuadamente.
            Debemos mimar a nuestro cuerpo procurando alimentarnos lo mejor que podamos para que nuestro cerebro también no lo agradezca. Os pongo un ejemplo: sabemos que los huevos de hoy en día, vienen de gallinas que están enjauladas de tal forma que no pueden moverse. Están en una jaula estrecha más gallinas de las que debieran entrar. Y por ende ponen huevos y esos huevos vienen con hormonas “malas”. Es decir, las gallinas al estar de esta forma sufren nervios y estrés. Y al comer nosotros estos huevos nos va pasar lo mismo: tendremos estrés y nervios, aunque también pueden haber otras causas.
            Un consejo “sano” podría ser: Que en vez de comprar para uso alimenticio huevos normales (de toda la vida), es mejor adquirir los que pone “huevos camperos o de granja”. También hay que saber que cada huevo tiene una fecha de caducidad y una numeración impresos. En esta numeración se debe tener en cuenta que al principio esté el número 1 o 0 (es mejor el 0, porque es más biológico, ecológico).
Uno podría reprochar “yo uso muchos huevos, y el dinero no me da para comprar los “camperos”. Pero si nos organizamos y administramos el dinero de la mejor forma posible, podríamos consumir menos huevos, pero más sanos. O sea en vez de 12 a la semana para una familia consumir sólo 6 por ejemplo. Es aconsejable por los especialistas que se use máximum 3 huevos a la semana por persona.
Y hay muchas más ejemplos que nos servirían y así veremos (cosecharemos) los resultados positivos que nuestro cuerpo acarreará. Se dice también que un vasito de vino en las comidas no está mal. Pero si pensamos un poco, el alcohol es bueno para curar y desinfectar las heridas y no para meterlo en nuestras células.
Espero que esta reflexión te haya ayudad a reflexionar sobre tu estilo de vida en cuanto a la alimentación y que puedas tomar las mejores decisiones que tienen que ver con tu salud personal y la de tu familia.

martes, 7 de diciembre de 2010

DIVORCIO CON HIJOS


          A menudo y de forma general, cuando existe el divorcio en una pareja y hay hijos de por medio, la mayoría de las personas o cónyuges piensan “ya está, se acabó, estoy divorciad@ de tal o cual persona”. Pero se deja de lado a esos pequeños angelitos que el Creador les encomendó. Algo de tristeza tienen que tener ambos ex esposos, pero los que más sienten y sufren la separación son los hijos.
            Algunos hijos expresan esta tristeza de una u otra forma, puede ser exterior o interiormente.
            Por ejemplo, a veces se expresa rebeldía hacia los padres, diciéndoles que no quieren estar con ellos, etc, etc. Otras veces se vuelven tímidos, es decir su tristeza la interiorizan de tal forma que parece que se encierran en su propio mundo (el cual fue creado tras la separación de sus padres).
            De aquí en adelante todo esto se vuelve como en un callejón sin salida. Aún más para los padres porque se dan cuenta de la situación por la que están pasando sus hijos.
            El problema se vuelve aún mayor cuando estos pequeños son todavía bebés. Son los que precisan la presencia y el calor de ambos padres en sus primeros años de vida, para moldear su carácter (si es con la ayuda del Creador, mejor).
            Si los hijos son adolescentes, también precisan la presencia física y cercana de sus padres, porque les viene la edad del “burro” o del “pavo”. Y si ambos padres cogerían el timón, les ayudarían mejor.
            Los hijos sufren mucho cuando surge un divorcio, porque cada padre vive en una casa diferente. Y aunque ellos (los hijos) vivan con la mamá o el papá, aún estando bajo el mismo techo, puede haber una separación o “divorcio” de parte de los hijos también.
            Soluciones en este mundo lleno de confusión (para los cónyuges y para los hijos) no los hay o hay muy escasas, sólo “arreglos cosméticos”. La única solución real, que podemos ver en las familias de otros y que da verdaderamente resultados, es pedir la ayuda de Alguien muy sabio y lleno de amor por mí como padre o madre y también por mis hijos, que es nuestro Creador, que nos ayude en nuestra labor tan importante como es la paterna o materna, a impartirles amor y comprensión a esos hijos que están a nuestro cargo.
            Seguro que conocemos experiencias de personas que han pasado por esta terrible situación y que estuvieron a punto de “perder” a sus hijos. Pero nuestro buen Creador en su inmenso amor y sabiduría los ha librado de muchas cosas desagradables, como vicios, de droga, alcohol, juegos, etc.
            Te animo que pongas tu vida en las manos del Creador para que estés verdaderamente feliz en tu matrimonio y en tu familia.

jueves, 2 de diciembre de 2010

VIOLENCIA PSÍQUICA


            Continuando con el tema de la Violencia contra la Mujer hoy veremos el aspecto de la Violencia Psíquica.
A dos personas que contraen el matrimonio, nunca se les pasaría por la cabeza hacerse daño uno al otro. Pero este mundo está tan lleno de maldad y si esto llega a entrar en un hogar, no sólo existirá la violencia física que lo podrías denunciar y demostrar. Pero y si se trata de violencia psíquica, cuando tu cónyuge entra por esa puerta y ese beso o esa sonrisa al llegar ya se alejó hace un tiempo atrás.
Y en vez de eso ves una cara triste o enfadada y no te saluda; sino al contrario, te pide cuentas de lo que hayas hecho durante el día y todo esto o gruñendo o gritándote. Y tú contestas sus preguntas al principio de la misma forma gruñendo o gritando; y él te pega y tú decides no gritar ni gruñir, sólo contestar con voz suave y calmada todas sus preguntas.
Y así transcurre un día tras otro, tú ante la gente sonríes, pero sólo Dios que lo ve y sabe todo es el que se entera de lo que realmente está pasando dentro de tu casa. Y tú piensas “me aguanto por los niños, porque no quiero terminar en un divorcio y pensar yo que es un mal ejemplo para ellos”. Porque cuando hiciste los votos matrimoniales, prometiste estar siempre con esa persona, a pesar de los “problemas”.
Y si encima tu esposo te amenaza con poner a los hijos en tu contra, contándoles mentiras sobre ti. Tienes que “aguantar” cualquier cosa que te haga, aún más cuando vives en una sociedad o cultura “machista”, donde los divorcios son mal vistos o no se permiten realizarlos.
Llega un día, cuando ya han pasad varios años de tanto aguante, te empieza a doler la cabeza y te da un derrame cerebral, te llevan al hospital. Y aún estando allí, te preguntan que ha pasado y dices miles de inventos y cosas que se te vienen a la cabeza. Pero no hablas, ni cuentas nada de lo que realmente te está sucediendo, porque mientras contestas a lo que te preguntan, piensas en aquella persona que te ha amenazado con una u otra cosa.
¡Ánimo, cónyuge! Aunque pienses que no puedes salir de este hoyo, hay un Dios grande y poderoso que puede salvarte. Ese Dios ha hecho muchos milagros en muchas parejas y hogares, que libremente le han permitido entrar en sus vidas.
¡Hazlo y verás que feliz te sentirás al ver que Él pudo hacer lo que tú ni nadie hayan podido hacer en tu vida!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

DESACUERDOS CONYUGALES



El día 25 de Noviembre fue el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Me gustaría escribir algunos pensamientos en forma de consejos para que en nuestras familias haya paz, respeto, amor y comprensión.

Dos personas (hombre y mujer) se unen en matrimonio y en sus votos conyugales prometen quererse, ayudarse, respetarse y amarse en la alegría y tristeza, en la pobreza y riqueza, lo aceptan de forma unánime. El primer año de matrimonio se dan cuenta que no todo es color de rosas, que ambos tienen diferencias, es decir defectos y también virtudes, pero nuestro cerebro visualiza y analiza los defectos y es aquí cuando se enfrentan ambos cónyuges y dejan a un lado y olvidan lo bonito y hermoso que fue su noviazgo y sus votos matrimoniales, vienen las discusiones acompañadas de insultos. Y lo peor es que generalmente se dicen uno a otro “te acuerdas” de esto o aquello “malo” que me hiciste, tal fecha y así etc, etc.

            Si ambos cónyuges empezarían juntos a recordar o analizar más las virtudes de ambos, todo sería diferente, porque una virtud puede cubrir muchos defectos, y lo mejor es no utilizar las palabras “siempre”, “nunca”, etc.
            Si antes de discutir se hablase de adulto a adulto, y no de padre o madre a hij@, no sería una discusión, sino sería una conversación calmada, poniendo de frente el problema y viendo los diferentes puntos de vista, encontrarle la mejor solución, pero dejando que la otra parte también dé su opinión y consejo y entre los dos elegir lo correcto. Así otro día tendrían ganas de conversar de ese problema y no de discutir.
            El esposo debe intentar comprender los puntos de vista de la esposa, porque ella se guía más por los sentimientos y emociones.
            La esposa debe intentar comprender al esposo y sus puntos de vista, porque él se deja llevar por la lógica, es más concreto y no detallista.
            Otro consejo sería que antes de que surja una discusión, los esposos se pongan de acuerdo y si uno empieza la discusión, irse a otra habitación; o decir “por favor, cuando estemos calm(ad)os, hablaremos de este tema”.
            O decir “Déjame pensarlo mejor y tú también puedes hacerlo si te parece bien, y luego hablamos, cuando tengamos las cosas claras”.
            Aconsejamos a ambos cónyuges que se sienten, si es posible cada uno con libreta y boli en la mano, y empezar a recordar cosas buenas vividas entre ambos y escribirlo todo cuanto sea posible y también pedirse uno a otro digan sus virtudes y también lo que les gusta físicamente, como por ejemplo: El esposo le dice a la esposa “Eres buena cocinera, pero además eres guapísima”; y la esposa le dice al esposo “Eres muy trabajador, pero además eres muy guapo”.