Para nosotros como seres humanos, además de que tengamos cubiertas nuestras necesidades básicas, es importante conocernos, auto realizarnos en la vida y darle un sentido.
El bienestar físico y mental que caracteriza la salud de cada uno de nosotros es un proceso dinámico, y no uno estático, en el que podemos experimentar cambios frecuentes. A lo largo de nuestra vida surgen dificultades que nos pueden crear malestar y que también nos pasan muchas veces momentos felices. Pero cabe decir que cada una de estas crisis puede suponer una oportunidad para nuestro crecimiento personal y también a restablecer nuestro equilibrio físico y psicológico.
Es recomendable que yo adquiera unos hábitos adecuados y adaptados a mis circunstancias en las que me toca vivir.
· Busca el lado positivo de la vida. Salomón dijo en la Biblia que el ánimo es la más sana medicina.
· Expresa tus sentimientos de ternura, amor y cariño. Santiago Ramón y Cajal afirmó que la alegría es garantía de salud y longevidad.
· Busca momentos para ti mismo. Francisco de Quevedo dijo que el que quisiere tener salud en el cuerpo procure tenerla en el animo.
· Organiza tus actividades. Cicerón afirmó que para alcanzar una fecunda vida, es menester vivirla despacio.
· Busca tiempo para compartir y disfrutar con tu familia, con tus hijos, con tus amigos. Pitágoras afirmó que antes que el médico llama a tu amigo.
· Sé generoso y solidario. Gandhi dijo que si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo.
· Realiza ejercicio físico al menos treinta minutos, tres veces por semana. Juvenal afirmó: mens sana in corpore sano.
· Descansar es importante para nuestro cuerpo y nuestra mente.
· Fomenta la autoestima, permite conocerte, acéptate en tus limitaciones y adáptate a lo largo del ciclo vital. Sabemos que todos somos distintos y exclusivos.
· Conoce la importancia de la salud sexual. Hace falte un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad.
· Procura adoptar estilos de vida saludables. Debes valorar los perjuicios y pérdidas que te pueden producir los hábitos nocivos.
· Mantenga una alimentación sana y equilibrada, como la dieta mediterránea. Conocemos todos que más vale prevenir que curar.
La conclusión es que si consideramos que estos consejos prácticos, si los adaptamos a nuestra realidad y circunstancias, nos pueden resultar útiles para mejorar nuestra salud física y mental, entonces mi deseo para ti es que los pongas en práctica y seguro que notarás sus efectos beneficiosos.
Fuente: Ministerio de Sanidad y Política Social
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